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San Francisco Javer, Sacerdote: el Santo del día, 3 de Diciembre. Historia y Oración para causas perdidas

El Santo del día, 3 de Diciembre: San Francisco Javer

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San Francisco Javer: historia y oración
San Francisco Javer: historia y oración

Martirologio Romano: Memoria de san Francisco Javier, presbítero de la Compañía de Jesús, evangelizador de la India, el cual, nacido en Navarra, fue uno de los primeros compañeros de san Ignacio que, movido por el ardor de dilatar el Evangelio, anunció diligentemente a Cristo a innumerables pueblos en la India, en las Molucas y otras islas, y después en el Japón, convirtiendo a muchos a la fe. Murió en la isla de San Xon, en China, consumido por la enfermedad y los trabajos (1552).

LEYES: Oración por una gracia por intercesión del Beato Carlos Acutis

La vida

(Fuente es.catholic.net) Francisco de Jasu y Xavier (nacido en el castillo de Xavier, en España, en 1506), correspondiendo a las esperanzas de sus padres, se graduó en la famosa universidad de París. En estos años tuvo la fortuna de vivir codo a codo, compartiendo inclusive la habitación de la pensión, con Pedro Fabro, que será como él jesuita y luego beato, y con un extraño estudiante, ya bastante entrado en años para sentarse en los bancos de escuela, llamado Ignacio de Loyola.

Ignacio comprendió muy bien esa alma: “Un corazón tan grande y un alma tan noble” -le dijo- “no pueden contentarse con los efímeros honores terrenos. Tu ambición debe ser la gloria que brilla eternamente”. El día de la Asunción de 1534, en la cripta de la iglesia de Montmartre, Francisco Javier, Ignacio de Loyola y otros cinco compañeros se consagraron a Dios haciendo voto de absoluta pobreza, y resolvieron ir a Tierra Santa para comenzar desde allí su obra misionera, poniéndose a la total dependencia del Papa.

Ordenados sacerdotes en Venecia y abandonada la perspectiva de la Tierra Santa, emprendieron camino hacia Roma, en donde Francisco colaboró con Ignacio en la redacción de las Constituciones de la Compañía de Jesús. Sin embargo, fue a los 35 años de edad cuando comenzó su gran aventura misionera. Por invitación del rey de Portugal, fue escogido como misionero y delegado pontificio para las colonias portuguesas en las Indias Orientales. Goa fue el centro de su intensísima actividad misionera, que se irradió por un área tan vasta que hoy sería excepcional aun con los actuales medios de comunicación social: en diez años recorrió India, Malasia, las Molucas y las islas en estado todavía salvaje. “Si no encuentro una barca, iré nadando” decía Francisco, y luego comentaba: “Si en esas islas hubiera minas de oro, los cristianos se precipitarían allá. Pero no hay sino almas para salvar”.

Después de cuatro años de actividad misionera en estas islas, separado del mundo civilizado, se embarcó en una rústica barca hacia el Japón, en donde, entre dificultades inmensas, formó el primer centro de cristianos. Su celo no conocía descansos: desde Japón ya miraba hacia China. Se embarcó nuevamente, llegó a Singapur y estuvo a 150 kilómetros de Cantón, el gran puerto chino. En la isla de Shangchuan, en espera de una embarcación que lo llevara a China, cayó gravemente enfermo. Murió a orillas del mar el 3 de diciembre de 1552, a los 46 años de edad.

Fue canonizado el 12 de marzo de 1622 junto con Ignacio de Loyola, Felipe Neri,Teresa de Jesús y el santo de Madrid, Isidro. ¡Buen grupo formado por cuarteto español y solista italiano!

Es patrono de las misiones en Oriente y comparte el patronato universal de las misiones católicas con Teresa de Lisieux.

(Foto de cubierta parroquiasanfranciscojavier.com)

Oración a San Francisco Javier para causas perdidas

Oh, gran San Francisco Javier!, bienaventurado y glorioso, predicador incansable y prodigioso misionero que al servicio de Dios Padre recorriste el mundo entero: junto a ti adoro la Divina Majestad, me alegro especialmente por las gracias que te entregó en vida y por la gloria que te concedió después de la muerte, le doy gracias a Dios, y te pido, con todo el afecto de mi corazón, que mediante tu poderosa intercesión puedas concederme, sobre todas las cosas, la gracia de vivir una vida de Santidad y una muerte santa.

¡Santo protector de las causas perdidas glorioso san Francisco Javier!, tú que nunca te diste por vencido, te ruego me asistas con tu poder y me ayudes en esta especial necesidad que me angustia y considero perdida: (hacer la petición)

pero si lo que te pido no es para la gloria de Dios y el bien de mi alma, te ruego, me otorgues las gracias necesarias para lograrlo así como tu perpetua protección, a fin de que, animado por tu ejemplo y tu asistencia pueda vivir santamente y alcanzar la eterna gloria del Cielo.

Amén. Rezar nueve Padrenuestros, nueve Avemarías y nueve Glorias.

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